Las nuevas restricciones dificultan las labores de ayuda tras el ciclón Mocha en Myanmar

Esfuerzos de ayuda gravemente obstaculizados por nuevas restricciones en Myanmar
Un mes después de que el ciclón Mocha azotara partes de Myanmar, nuestro personal sigue siendo testigo de los daños causados ​​por la tormenta en muchas áreas de Rakhine. Myanmar, 21 de junio de 2023. ©MSF

“Cerca del 85 por ciento de la ciudad está en ruinas después de que el ciclón Mocha causara estragos aquí. Todas las viviendas tipo cabañas están destruidas. Las personas que viven en casas como estas necesitan ayuda de emergencia porque no tienen dónde quedarse”, afirma Daw Nu, trabajador comunitario de salud de Médicos Sin Fronteras (MSF) que vive en Sittwe.

La casa de Daw Nu resultó afectada por las fuertes lluvias y los vientos de 280 km/h de Mocha, un ciclón de categoría cinco que tocó tierra en Myanmar a mediados de mayo. Es el más grande de su clase en golpear el estado de Rakhine y el noroeste del país en más de una década.

Clínica de MSF en Myanmar, después del paso del ciclón Mocha
Una vista de la clínica de MSF en el campamento de Kein Nyin Pyin en Pauktaw, estado de Rakhine, después de que fuera dañada por el ciclón Mocha. Myanmar, 22 de junio de 2023.

 

Una respuesta retrasada por restricciones

Más de dos meses después, a pesar de la magnitud de la catástrofe, todavía no se ha ampliado la respuesta de emergencia para abordar las inmensas necesidades de las personas afectadas.

La ayuda humanitaria está paralizada debido a las restricciones impuestas por las autoridades militares, que solo permiten la realización de actividades regulares previas al ciclón y prohíben cualquier aumento de la respuesta específica a un desastre como este. Entre esto se incluyen las restricciones en las distribuciones a gran escala de artículos de emergencia como alimentos, kits de higiene, el tan necesario bambú y lonas para construir o reparar refugios.

Las autoridades militares deben levantar estas restricciones para facilitar una ampliación urgente de la acción humanitaria. De esta forma se podrán evitar más daños, brotes de enfermedades y pérdida de vidas.

Esfuerzos de ayuda gravemente obstaculizados por nuevas restricciones en Myanmar
Vista del campo A Nout Ye para personas desplazadas en Pauktaw, estado de Rakhine. El personal de MSF sigue siendo testigo de los daños causados ​​por la tormenta en muchas zonas de Rakhine. Myanmar, 22 de junio de 2023. © MSF

 

Necesidades crecientes además de las dificultades existentes

Las personas más gravemente afectadas por el ciclón Mocha pertenecen a las comunidades que ya habían sido desplazadas por el conflicto y que a menudo viven en campos, las personas que viven en áreas bajas y las que viven en áreas remotas, lejos de donde se han concentrado los esfuerzos de asistencia.

El alojamiento, la reconstrucción de la infraestructura de agua y saneamiento destruida o dañada, el agua potable, los alimentos y el acceso a la atención médica siguen siendo las necesidades más urgentes, amplias e insatisfechas de las personas.

Esta destrucción se suma a las dificultades existentes, en particular para las comunidades rohingya y de la etnia rakhine desplazadas por el conflicto y que ya dependen en gran medida de la asistencia humanitaria. Específicamente, los rohingya enfrentan severas restricciones en todos los aspectos de su vida como la libertad de movimiento, el acceso a la atención médica, las oportunidades de subsistencia y la educación.

 

La respuesta inicial muestra que es posible un compromiso positivo

El 14 de mayo, cuando Mocha tocó tierra, se presentó una combinación mortal de vientos en espiral en torno a un centro de baja presión atmosférica. Esto causó la magnitud de la destrucción que sufrieron Daw Nuw y unas 670,000 personas más.

Los esfuerzos iniciales para responder fueron positivos. Las autoridades militares y grupos armados como el Ejército de Arakan lideraron la limpieza de escombros de las carreteras. Las telecomunicaciones y la electricidad se restablecieron en un tiempo razonable.

A medida que se hizo más evidente la magnitud de la destrucción, las organizaciones humanitarias se prepararon para aumentar la ayuda y evitar más pérdidas de vidas y sufrimiento.

En Médicos Sin Fronteras dimos prioridad a la prevención de enfermedades transmitidas por el agua mediante la distribución de agua potable a 9,000 personas por semana y la reparación de letrinas y sistemas de agua destruidos. También resumimos gradualmente nuestras clínicas móviles regulares y las derivaciones médicas de emergencia para pacientes que necesitaban un tratamiento más especializado.

Esfuerzos de ayuda gravemente obstaculizados por nuevas restricciones en Myanmar
Las letrinas comunitarias en el campo A Nout Ye siguen sin funcionar, lo que pone a la población en riesgo de brotes de enfermedades transmitidas por el agua. Estado de Rakhine, Myanmar, 21 de junio de 2023. © MSF

 

Interrupción de los esfuerzos de respuesta

Esto se pausó el 8 de junio cuando, tres semanas después del paso del ciclón, se suspendieron temporalmente las autorizaciones de viaje para el estado de Rakhine. La revocación de las autorizaciones de viaje de MSF nos impidió abrir nuestras 25 clínicas de atención médica primaria. También interrumpieron la prestación de asistencia médica humanitaria vital que cubría a unas 214,000 personas en el centro de Rakhine y a 250,000 personas en el norte de Rakhine.

Tras una interrupción de tres días, el 11 de junio se permitió oficialmente reanudar las actividades, pero sólo las ya acordadas antes del ciclón. No se concedió autorización para ampliar las respuestas en función de las necesidades adicionales creadas por el mismo.

 

Interrupciones temporales que se convierten en obstrucciones a largo plazo

Hoy, la respuesta actual está lejos de lo que se requiere después de un ciclón. Entre las restricciones impuestas a la ampliación se encuentra el requisito de entregar los artículos de emergencia a las autoridades militares quienes gestionarán la distribución.

Este requisito pone en peligro la neutralidad de la asistencia humanitaria, que en un estado afectado por conflictos como Rakhine, afectará la confianza que las comunidades tienen en las organizaciones humanitarias. También va en contra de los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad e independencia, que Médicos Sin Fronteras y otras organizaciones respetamos.

El impulso inicial de la comunidad humanitaria para llamar la atención sobre estas restricciones ha decaído.

Esfuerzos de ayuda gravemente obstaculizados por nuevas restricciones en Myanmar
Una vista de los daños causados ​​por el ciclón Mocha a la clínica de MSF en el campo de Kein Nyin Pyin Pauktaw, en el estado de Rakhine. Myanmar, 22 de junio de 2023. © MSF

 

La situación actual no puede convertirse en la nueva normalidad

En MSF nos preocupa profundamente que las terribles condiciones de vida causadas por el ciclón, las restricciones innecesarias que sostienen activamente estas condiciones inaceptables y la falta de atención pública a esta situación, se están convirtiendo gradualmente en la nueva normalidad en Rakhine.

Estas restricciones también contribuyen a la continua falta de compromiso financiero que muestran los donantes hacia las personas en Myanmar.

Las autoridades militares y otras partes del conflicto tienen la responsabilidad de atender a las personas afectadas por el ciclón Mocha.

Por ello, las autoridades militares deben levantar las restricciones actuales y facilitar el paso sin trabas de la ayuda médica y humanitaria a las personas necesitadas sin comprometer su imparcialidad y neutralidad.

Médicos Sin Fronteras tenemos equipos en siete municipios del estado de Rakhine, incluyendo algunas de las áreas más afectadas de Sittwe, Maungdaw, Rathedaung, Buthidaung y Pauktaw. Contamos con más de 550 trabajadores que llevan a cabo nuestras actividades médicas humanitarias regulares.

 

 

Trabajamos en Myanmar desde 1992, apoyando programas de atención médica a largo plazo centrados en la tuberculosis, el VIH, la hepatitis C, la malaria y las iniciativas de atención médica primaria. Actualmente, más de 1,200 trabajadores internacionales y nacionales trabajan en estrecha colaboración para brindar atención y tratamiento de alta calidad a través de una red de centros de salud y clínicas móviles.

Continuamos atendiendo a pacientes con VIH, tuberculosis y hepatitis C, brindando atención médica básica junto con servicios de salud reproductiva y sexual, y respondiendo a emergencias médicas. trabajamos en los estados de Rakhine, Shan y Kachin, así como en las regiones de Yangon y Tanintharyi.

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