Las personas que huyen del conflicto en Sudán se enfrentan ahora a una crisis de sarampión

Nuestros equipos en Sudán del Sur están registrando un preocupante aumento de casos de sarampión y desnutrición en las instalaciones de MSF, especialmente entre las personas retornadas que huyen del conflicto de Sudán y en las comunidades de acogida.

MSF responde al brote de sarampión en Sudán del Sur
Lony Gai Puok, de ocho meses, está ingresado en la sala de aislamiento contra sarampión del centro médico de MSF en el condado de Leer, estado de Unit. © Nasir Ghafoor/MSF

Los centros médicos que tenemos en Sudán del Sur en los estados de Alto Nilo, Unidad, Bahr El Ghazal del norte y Warrap están recibiendo pacientes. Son principalmente niñas y niños menores de cinco años, aquejados de sarampión y otras afecciones críticas.

Como cada vez llegan más personas sursudanesas retornadas a su país tras huir del conflicto en Sudán, a diversos puntos fronterizos, desde Médicos Sin Fronteras pedimos a los donantes y a los actores humanitarios que mejoren urgentemente el sistema de vigilancia. También pediomos que amplíen la respuesta desde los puntos de entrada hasta los lugares de reasentamiento con el fin de garantizar unas condiciones dignas para las personas desplazadas y a las comunidades de acogida.

“Deben reforzarse de forma inmediata las respuestas nutricionales y contra el sarampión. El cribado y la puesta al día de vacunación en los puntos de entrada deben ampliarse a las 24 horas del día los siete días a la semana. Asimismo, deben desplegarse equipos móviles de vacunación en los lugares de tránsito y recepción y en las comunidades de acogida para garantizar el cribado y la vacunación de la población recién llegada que no haya sido vacunada en la frontera. La vigilancia comunitaria debe reforzarse para evitar una mayor propagación del sarampión, afirma Mohammad Ibrahim, jefe de misión de MSF en Sudán del Sur.

MSF responde al brote de sarampión en Sudán del Sur
Centro de alimentación terapéutica para pacientes ingresados en el hospital de MSF. Campo para personas desplazadas de Bentiu, en el estado de Unidad. © Nasir Ghafoor/MSF

 

Exhaustos y extremadamente vulnerables

Desde el estallido del conflicto en Sudán hasta la primera semana de agosto, más de 200,000 personas se han registrado tras cruzar a Sudán del Sur. Más del 90 % son sursudanesas, que llegan exhaustas y extremadamente vulnerables. Estas personas, en su mayoría mujeres, niñas y niños, están repartidas por todo el país luchando por integrarse en las comunidades o en centros de tránsito cercanos a la frontera. En ambos casos necesitan servicios esenciales como asistencia sanitaria, acceso a agua potable e infraestructuras de saneamiento, alimentos y artículos de primera necesidad, protección y refugio.

“Nuestra situación es terrible. No tenemos comida. Vivimos bajo los árboles”, dice Nyakiire Nen. Su hija de dos años recibe tratamiento contra el sarampión en el hospital que MSF  tenemos en el campo para personas desplazadas de Bentiu, en el estado de Unidad. Necesitamos tres cosas para sobrevivir. La primera es comida. La segunda, lonas de plástico para tener un refugio. Y la tercera: medicamentos”.

 

Salas de aislamiento y ampliación de instalaciones

En vista de la alarmante afluencia de pacientes con sarampión en Renk y Bentiu, nuestros equipos han creado salas de aislamiento específicas. Al tiempo, amplimaos la capacidad de nuestras instalaciones para tratar a más pacientes en Aweil, Leer y Malakal. En el condado de Twic, MSF apoyamos el establecimiento y equipamiento de un centro de aislamiento de 25 camas para sarampión en el hospital de Mayen Abun. También dimos apoyo con la formación de personal sanitario de primera línea en definición, identificación y manejo de casos de sarampión en ocho centros de atención primaria de todo el condado.

En el estado del Alto Nilo, Renk es el punto de entrada más concurrido a Sudán del Sur para quienes escapan del conflicto. Muchas de las personas proceden del estado sudanés del Nilo Blanco, donde en el último mes nuestros equipos han identificado más de 1,300 casos sospechosos de sarampión. Desde el 20 de junio de 2023, la sala de aislamiento instalada por Médicos Sin Fronteras en el hospital del condado de Renk ha recibido a 317 pacientes, de los que más del 75 % son retornados.

La población más afectada corresponde a los más pequeños, ya que más del 80 % de las y los pacientes son niñas y niños menores de cuatro años. Menos del 15 % de ellos han sido vacunados alguna vez contra el sarampión. Como estas personas retornadas conviven en centros de tránsito congestionados y viajan en gran número en camiones o barcos abarrotados, la propagación de la enfermedad es enorme.

En Paloich, MSF pusimos en marcha una intervención de emergencia de tres semanas el 27 de julio de 2023, centrada en atender las necesidades sanitarias y nutricionales de más de 3,000 personas que residen en el campo de personas retornadas.

“Mis hijos estaban sanos cuando estábamos en Jartum. Pero por el camino empezaron a tener diarrea y a debilitarse. Bebíamos agua del río en Malakal y su color era casi rojo. Cuando íbamos en el barco de Malakal a Bentiu, los niños empezaron a tener síntomas de sarampión“, dice Martha Nyariek. Ella habla de su hija Nyageng Mawich, de un año, y de su hijo Bol Mawich, de tres, que se encuentran entre los cientos de pacientes a los que nuestros equipos médicos han atendido en el estado de Unidad.

MSF responde al brote de sarampión en Sudán del Sur
Gai, enfermero de MSF, examina a Nyabibia, de 9 años. La pequeña recibe tratamiento en la sala de pediatría del hospital de MSF en el campo para personas desplazadas de Bentiu. © Nasir Ghafoor/MSF

 

La desnutrición agrava la crisis de sarampión

En Malakal, la situación humanitaria de las personas retornadas en el campo de tránsito de Bulukat sigue siendo grave. Y, además, se ve agravada por la falta de alimentos suficientes y de desplazamientos hasta su destino final. Llegan en gran número y con muchos enfermos, sobre todo niñas y niños. En nuestras instalaciones se registra un aumento constante de casos de desnutrición.

En Médicos Sin Fronteras hemos puesto en marcha una clínica móvil en el campo de tránsito, mientras que en nuestro hospital -el único centro de atención sanitaria de nivel secundario para niñas y niños- está trabajando por encima de su capacidad de camas. Asimismo, el hospital que MSF tenemos en Aweil ha registrado un aumento del 65 % de los casos de desnutrición en los seis primeros meses de 2023, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Si una niñas o niño padece desnutrición, es más fácil que se contagie de sarampión. También hay más riesgo de muerte“, señala Ran Jalkuol, médico de MSF. “La mayoría de nuestros pacientes son niños y niñas que no están vacunadas. Para evitar que el sarampión se cobre más vidas, urge aumentar el apoyo alimentario y llevar a cabo una vacunación de puesta al día para inmunizar a todos. Especialmente a las personas retornadas a partir de seis meses. Las niñas y niños de entre seis meses y cuatro años son los más vulnerables”.

En Sudán del Sur hay propensión a la aparición de brotes regulares de sarampión. En 2022, las autoridades sanitarias de Sudán del Sur declararon dos brotes de sarampión. El último de ellos afectó a todos los estados y áreas administrativas. La afluencia de personas retornadas y los crecientes casos de sarampión entre población desplazada y comunidades de acogida son otra carga para un sistema sanitario que ya es inadecuado para cubrir las necesidades de la población.

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