Los primeros nacimientos de 2019 alrededor del mundo

 

 

La pequeña Lilian Ayaya de Likoni (Mombasa, Kenia). Su mama dice que el 2019 será glorioso, porque su beba es gloriosa.

 

 

 

El hospital de Nablus se encuentra en el barrio de Nablus, al oeste de Mosul. En el hospital brindamos servicios de urgencias, servicios pediátricos de internación, servicios de maternidad (incluidas las cesáreas) y servicios de salud mental.  En 2018, la maternidad en el hospital de Nablus tuvo un promedio de 525 nacimientos cada mes.

 

 

María Fernanda pesa 2,6 kilos y mide 48 cm. Nació en nuestra maternidad en Choloma, una ciudad industrial en rápida expansión en el norte de Honduras que es notoria por sus altos niveles de violencia.

 

Hasta que Médicos Sin Fronteras (MSF) abrió el proyecto, había pocos centros de salud para atender las necesidades de las mujeres en el área. Muchas mujeres embarazadas no estaban recibiendo atención prenatal y los servicios de parto seguían siendo extremadamente limitados. El resultado fue una alta tasa de complicaciones médicas entre las mujeres en edad reproductiva.

 

Los equipos de MSF en Choloma brindan planificación familiar, consultas pre natales y post natales y ofrecen apoyo psicosocial a las víctimas de la violencia, incluidas las víctimas de la violencia sexual.

 

 

Esta hermosa beba fue la primera de 2019 en nuestra maternidad en Madaoua, Níger. Su madre, Djamila, ya tiene tres hijos, pero esta fue la primera vez que dio seguimiento a su embarazo y dio a luz en un hospital. Sonriendo, dijo que esperaba que su hija se convirtiera en una partera, al igual que la mujer que la ayudó a traerla al mundo. 

 

 

En Costa de Marfil, la primera en dar a luz fue Gninguin. El bebé de Gninguin todavía no tiene nombre. Pero ella ya tiene bien claro en qué quiere que se convierta su hijito: “deseo que sea una buena persona”, nos dijo. 

 

 

Naik Mohammad pesó tres kilos y medio al nacer y es uno de los primeros de todas nuestras maternidades en Afganistán. Su mamá espera que se convierta en maestro.

 

Su familia ahora vive en la ciudad de Lashkar Gah. Son originarios del distrito de Nawzad (al norte de la provincia de Helnmand ) pero tuvieron que mudarse hace dos años debido al conflicto.

 

 

Él es Zandi Gulla, el primer bebé de la maternidad de Khost (Afganistán) de 2019. ¡Pesó casi cuatro kilos al nacer! © MSF

Le preguntamos a su mamá cuáles eran sus esperanzas y sueños para su bebé. Nos dijo que quiere que tenga una buena salud y una larga vida. También quiere que sea un gran político o médico en el futuro.

 

Con la alegría y compromiso de estos primeros nacimientos, seguiremos trabajando el resto del año en brindar atención médica de calidad pre parto, garantizar partos seguros y cuidados de neonatología.

 

Cuando hablamos de salud sexual y reproductiva, “acceso” es una palabra clave. Las mujeres deben tener acceso a una buena asistencia durante el parto y sus posibles complicaciones para poder reducir la mortalidad materna, sobre todo en contextos como conflictos armados o desastres naturales. Este acceso se puede mejorar con innovaciones en los sistemas de referencia y, en lugares poco accesibles, estableciendo espacios donde las mujeres pueden instalarse a la espera de dar a luz.

 

Una correcta atención pre y postnatal también puede prevenir la fístula obstétrica, una lesión derivada generalmente de partos prolongados y obstruido, que causa en la mujer incontinencia e infecciones, y que puede llevar al rechazo familiar y social; MSF cuenta con programas especializados de cirugía reparadora de la fístula en áreas remotas. Y desde 2012, también se proporcionan pruebas y tratamiento del cáncer cervical; su principal causa es el virus del papiloma humano, que afecta muy particularmente a mujeres con VIH.

 

En 2017, Médicos Sin Fronteras atendió 288,900 partos, de los cuales 29,300 fueron por cesárea.

 

Los bebés recién nacidos son más vulnerables y por ello necesitan mayor atención. La mayor parte de las muertes se producen durante la primera semana de vida y casi el 80% de la muertes prenatales se deben a tres causas: complicaciones debidas al nacimiento prematuro, asfixia e infecciones.

 

En nuestros proyectos hemos desarrollado acciones específicas para abordar estos tres problemas. Por ejemplo, limpiar el cordón umbilical con clorexidina para evitar infecciones, administrar esteroides a los bebés prematuros o impartir formaciones sobre reanimación al personal de los Ministerios de Salud. Hemos comprobado que, con paquetes preventivos y curativos simples, podemos reducir drásticamente la tasa de mortalidad neonatal.

 

Dentro de la atención preventiva, una de las actividades más eficaces es la vacunación, porque previene enfermedades graves que pueden ser discapacitantes o mortales para los niños, como la difteria, el tétanos, la tosferina, la hepatitis B, el sarampión, la neumonía, la poliomielitis o el rotavirus. Asimismo, trabajamos para prevenir la desnutrición (más de la mitad de las muertes de menores de 5 años se deben a causas relacionadas con esta enfermedad) y la transmisión del VIH de madre a hijo.