“Mucho de lo que se recordará de la guerra de Gaza en el futuro será obra de Mariam”

“Mariam era una periodista increíble. Yo solo la conocí durante la guerra, pero sé con certeza que antes de la guerra lo era también”, recuerda nuestra compañera Pascale Coissard sobre la periodista y fotógrafa Mariam Abu Dagga, asesinada por las fuerzas israelíes el lunes 25 de agosto en el hospital Nasser, en Gaza.

Rita Botelho, comadrona, conversa con una madre mientras examina a su recién nacido. Hospital Emirati, en Rafah, sur de Gaza, 15 de enero de 2024.
Rita Botelho, comadrona, conversa con una madre mientras examina a su recién nacido. Hospital Emirati, en Rafah, sur de Gaza, 15 de enero de 2024. © Mariam Abu Dagga/MSF

“Mariam era una periodista increíble. Yo solo la conocí durante la guerra, pero sé con certeza que antes de la guerra lo era también. Para Médicos Sin Fronteras hizo un montón de trabajos, vídeos para redes sociales y para otros contenidos. Era muy buena en lo que hacía y dominaba muy bien las redes sociales y la fotografía”.

Por Pascale Coissard, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Tenía un hijo que había conseguido poner a salvo fuera de Gaza, al inicio de la guerra, pero ella se quedó en Gaza para documentar lo que estaba pasando.

Recuerdo que Mariam me contó que había donado uno de sus riñones a su padre. Era una persona muy buena, muy centrada en los demás, en explicar, en documentar y en ayudar a la población palestina. Una persona muy dedicada a su profesión.

Coincidí con ella a principios de 2024 en el Hospital Emirati, en Rafah, donde documentó el trabajo de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la maternidad del hospital y en la extensión de la maternidad que montamos. Hoy no queda nada de aquello. En realidad, Rafah ya ni siquiera existe.

La vi también unos meses más tarde en el hospital Nasser, donde hace unos días fue asesinada por las fuerzas israelíes. Allí también documentó el trabajo que estábamos haciendo en la maternidad y en la pediatría.

Nos encontramos de nuevo en enero de 2025, cuando empezó el alto al fuego. Aquel fue el único momento en el que las personas recuperaron un poco la esperanza, en el que muchas personas pudieron volver a lo que quedaba de sus hogares. Dos meses después, todo aquello se vio de nuevo truncado por la decisión de Israel de reanudar los bombardeos. Mariam estaba por aquel entonces documentando la destrucción de Rafah y me acuerdo que le dije que fuera prudente porque se acercaba a zonas que estaban en ruinas, donde todavía podía haber remanentes de explosivos, pero ella siempre daba prioridad a hacer su trabajo; a documentar con palabras, pero sobre todo con fotografías.

 

Mucho de lo que se recordará de la guerra de Gaza en el futuro será obra de Mariam.

Yo la recordaré siempre como una mujer buena, una mujer profesional, una mujer fuerte, motivada, siempre con ganas de seguir haciendo reportajes, de informar, de levantarse cada mañana a pesar de ser ella misma una víctima de la guerra, de vivir en condiciones durísimas, de tener que vivir sin electricidad, sin agua corriente, sin apenas comida. Sin tener a su hijo cerca de ella.

En mi recuerdo tendré siempre a una mujer que admiraba y que todos admirábamos. Me cuesta mucho creer que Mariam ya no exista en nuestro mundo. Cuesta creer que la hayan asesinado justamente en el lugar en que ella estaba documentando hace poco el nacimiento de niños en la maternidad, haciendo fotos de niños y niñas que trataban de sobrevivir en el área de neonatos. Cuesta creer que su muerte, su asesinato, haya pasado justamente en este lugar que era el lugar donde se producen tantos nacimientos”.

 

Alto al fuego en Gaza

Artículo ya publicado en eldiario.es

Compartir