Para ganar la lucha contra el cólera es necesario cambiar el enfoque

Médicos Sin Fronteras continúa apoyando la respuesta al cólera en Zimbabue
Mujeres recogen agua de un río en el distrito de Mbire. © MSF

Por Phillip Aruna, responsable del equipo regional de operaciones y Mounia Amrani, líder del equipo médico regional de Médicos Sin Fronteras (MSF) África Austral.

Zimbabue se enfrenta al segundo mayor brote de cólera de su historia, y los casos se extienden rápidamente por todo el país. Comenzó el 12 de febrero de 2023 y hasta la fecha más de 600 personas han muerto a causa del cólera y más de 35,000 se han infectado.

Para evitar que la población se enferme continuamente y para salvar vidas, Zimbabue tiene que invertir en su infraestructura de agua y saneamiento e higiene (WASH).

El cólera es una enfermedad potencialmente mortal, causada por bacterias que viven en el agua. El acceso al agua potable y a una infraestructura de saneamiento y medidas de higiene adecuadas reduce la probabilidad y la gravedad de los brotes de cólera. El problema de los brotes recurrentes en Zimbabue es un problema de sistemas de agua y alcantarillado viejos y degradados en las zonas urbanas. Ciertas ciudades, como Harare, llevan meses sin agua corriente, y las aguas residuales se han convertido en algo común en los suburbios densamente poblados.

Médicos Sin Fronteras continúa apoyando la respuesta al cólera en Zimbabue
Ir a buscar agua al río es una costumbre en el distrito de Mbire. © MSF

 

Las comunidades rurales se ven afectadas porque recurren a beber agua contaminada de los ríos circundantes. La falta de lluvias sustanciales y adecuadas ha agravado la situación tanto en las zonas urbanas como en las rurales, con el agotamiento de la capa freática.

En el distrito de Buhera en Zimbabue, donde los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) apoyaron al Ministerio de Salud y Atención Infantil en la lucha contra el cólera durante tres meses. La población bebía agua del río, que compartían con animales domésticos y salvajes. Los pozos de sondeo se averiaron, dejando a laspersonas sin otras opciones. Como era de esperar, el cólera no perdonó a la población de Buhera.

Médicos Sin Fronteras también intervino en el distrito de Mbire, 200 kilómetros al norte de Harare. En Mbire, nuestros equipos notaron que había un 52% de cobertura de fuentes de agua potable, mientras que un 48% provenía del río, y la cobertura de letrinas apenas alcanzaba un 37%. Cuando los habitantes de Mbire trabajan en sus huertos y campos a lo largo del río, consumen agua del río, que no es segura. Como no hay retretes en el campo, los miembros de la comunidad recurren a usar retretes de matorral junto al río.

Las comunidades mineras también están registrando un elevado número de casos. Atraen a una población transitoria de mineros artesanales y a las comunidades circundantes. Los mineros acceden al agua de fuentes contaminadas, como pozos mineros abandonados y ríos cercanos, lo que crea un caldo de cultivo para el cólera. Este es un caso del distrito de Shamva, donde los equipos de MSF estuvieron recientemente brindando apoyo. La defecación al aire libre y las limitadas instalaciones sanitarias agravan aún más la situación.

Médicos Sin Fronteras continúa apoyando la respuesta al cólera en Zimbabue
Una mujer saca agua de un agujero cavado en el río en Buhera, Zimbabue. © MSF

 

Otra población que registra un elevado número de casos es la comunidad religiosa conservadora que se opone a la medicación contemporánea. Creen en el uso del agua como forma de limpieza, contaminando a veces las fuentes de agua. Se cree que en muchos casos emanaron de sus reuniones.

El elemento común entre todas estas comunidades es la falta de acceso a agua potable y a instalaciones adecuadas de alcantarillado. Es necesario abordar este problema con urgencia para controlar los brotes de cólera.

En teoría, las vacunas contra el cólera también podrían ayudar a controlarlo. Lamentablemente, hoy nos enfrentamos a una escasez mundial de esas vacunas. Porlo que Zimbabue no tiene dosis suficientes para cubrir a una mayor parte de la población. La situación es la misma en cualquier otro lugar: ningún país tiene hoy suficientes vacunas contra el cólera. Esta escasez no se resolverá pronto, por lo que los países no deberían contar con la vacunación para prevenir o frenar los brotes de cólera. Esto subraya la urgencia de fortalecer los sistemas de agua y saneamiento.

Las soluciones a más largo plazo incluyen el reemplazo de los anticuados sistemas de agua y alcantarillado, un sistema sostenible de eliminación de desechos y el suministro de agua potable por tuberías. El suministro de agua potable, saneamiento básico y prácticas de higiene es fundamental para prevenir y controlar la transmisión del cólera, y también de otras enfermedades transmitidas por el agua.

En respuesta al brote de cólera de 2023 en Zimbabue, el gobierno y las organizaciones no gubernamentales pusieron en marcha amplios esfuerzos para combatir la enfermedad. Estos esfuerzos combinados parecen funcionar, pero se necesitará más para llegar a cero casos. MSF continúa apoyando la respuesta al cólera en todo el país.

Atender a los pacientes y mejorar las medidas de prevención del cólera son elementos críticos para controlar los brotes. Pero MSF advierte que, sin una acción significativa para garantizar el acceso de la población al agua potable, es probable que el cólera resurja periódicamente en el país.

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