República Centroafricana: civiles desprotegidos ante una violencia continua

Nuestro nuevo informe ‘Sin protección’ investiga la violencia extrema y la falta de protección que sufren los civiles en el país. Solo en noviembre de 2018, 20.000 personas tuvieron que huir y 15 murieron.

Nuestro nuevo informe ‘Sin protección’ investiga la violencia extrema y la falta de protección que sufren los civiles en el país. Solo en noviembre de 2018, 20,000 personas tuvieron que huir y 15 murieron.
 
Durante seis años los habitantes de República Centroafricana (RCA) apenas han tenido un respiro por el conflicto. Nuestros equipos han presenciado las horribles consecuencias de la violencia continua. En los últimos meses, los civiles han sido objetivo de grupos armados en poblaciones como Batangafo, Alindao e Ippy, donde hemos asistido a miles de víctimas.
 
Publicamos los resultados de nuestra investigación sobre los ataques contra civiles que tuvieron lugar en noviembre de 2018 en la localidad de Batangafo, donde contamos con un hospital en funcionamiento desde hace 12 años.
 
En ese periodo, 15 personas murieron y 29 resultaron heridas. Muchas casas fueron incendiadas y destruidas y más de 20.000 personas tuvieron que huir de los campos de desplazados. Además, algunos de los servicios de nuestro hospital tuvieron que interrumpirse después de que más de 10.000 personas buscasen refugio en el recinto,
 
Nuestro informe ‘Sin protección’ describe los eventos que tuvieron lugar en noviembre de 2018, sus consecuencias y la falta de protección proporcionada a los civiles. Destaca la violencia perpetrada por grupos armados contra la población y la falta de efectividad de la misión de paz de la ONU en la RCA, conocida como MINUSCA. Las fuerzas de paz de la ONU desplegadas en Batangafo fueron incapaces de prevenir los ataques, que provocaron muertes y desplazamientos. “La MINUSCA era responsable de proteger a los civiles”, lamenta nuestro coordinador general en la zona, Omar Ahmed Abenza. “Sin embargo, fueron incapaces de hacerlo”.
 
En el transcurso de la violencia, nuestro propio hospital estuvo amenazado, impidiendo así que los enfermos y los heridos pudiesen acceder a sus servicios. “El hospital fue amenazado y acusado por los grupos armados de cobijar ‘enemigos”, recuerda Ahmed Abenza“Se situaron hombres armados y barricadas por toda la población, impidiendo el acceso al hospital para muchas personas que lo necesitaban. Esto demuestra una inaceptable falta de respeto a la misión médica tal y como está estipulada en la legislación humanitaria internacional”.
 
Las series de ataques recientes contra los civiles en Batangafo, Alindao e Ippy son indicativos de un conflicto de naturaleza muy volátil y de la falta de protección ofrecida a los civiles. En Médicos Sin Fronteras estamos extremadamente preocupados por las consecuencias de la violencia sobre la capacidad de las personas de acceder a asistencia médica. Mucha gente que lo necesita no puede recibir tratamiento para enfermedades comunes y prevenibles como la malaria, no puede dar a luz de forma segura en un hospital, o acceder a otros servicios básicos de salud.
 
“La mayor parte de las víctimas de la violencia son gente normal”, subraya Ahmed Abanza. “Los civiles en Batangafo se han quedado sin ninguna protección efectiva”.
 

Puedes leer el informe en inglés, haciendo click en este enlace.

 
Nuestros equipos están trabajando en República Centroafricana (RCA) desde 1997, con independencia de todos los poderes políticos y militares. Gestionamos 12 proyectos en 7 de las 16 prefecturas del país. Nuestros equipos brindan cuidados a todos aquellos que los necesiten, sin tener en cuenta su raza, religión o ideología.
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