Sierra Leona: la meta de todo lo que hago es mejorar la atención y los resultados de los pacientes

Louis Bahina Essengue en la sala de maternidad.

Las y los epidemiólogos son integrantes clave de los equipos de Médicos Sin Fronteras, pues usan sus habilidades analíticas para entender cómo se propagan las enfermedades y dónde pueden marcar una diferencia los equipos médicos. Nuestro compañero Louis Bahina Essengue se dedica a esta profesión, trabaja en Sierra Leona y nos comparte un poco sobre su labor.

“Durante los últimos cuatro años he trabajado como epidemiólogo de Médicos Sin Fronteras (MSF). A pesar de que provengo de Yaundé, Camerún, no estuve mucho tiempo en casa desde que comencé mi carrera en MSF. Trabajé en Níger, Bangladesh y Guinea. Habían pasado apenas cuatro semanas desde que me encontré con mi familia en Camerún al volver de Guinea, y ya estaba preparándome para despedirme cuando me ofrecieron el puesto de epidemiólogo en Sierra Leona. Comencé a pensar en los nuevos desafíos que enfrentaría, las personas a las que conocería y con las que trabajaría, y empecé a imaginar cómo sería mi nuevo hogar.

 

Kenema

En Sierra Leona tengo mi base en el proyecto de Kenema, donde trabajé durante más de un año. Kenema alberga el hospital de Hangha, un hospital pediátrico grande con unas 100 camas, que incluye un centro de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados, una unidad de cuidados intensivos, servicio de hospitalización, una sala de emergencias y una sala de aislamiento.

Hay dos componentes principales de actividades: el hospital y el programa de alcance comunitario. Todos los días, el personal del hospital atiende a pacientes en estado crítico, principalmente con malaria, neumonía y desnutrición grave. El personal médico y de enfermería se esfuerza para brindar a cada paciente un excelente nivel de atención y tratamiento, según los estándares de MSF.

Mientras tanto, el equipo de alcance comunitario trabaja con las comunidades locales y se reúne con ellas en donde estén para compartirles información importante sobre salud y servicios. Pero para poder tomar las decisiones correctas sobre cuestiones como dónde concentrar nuestros esfuerzos, qué cambios debemos hacer o cómo prepararnos para nuevas necesidades médicas, los equipos necesitan datos confiables.

 

Mi trabajo

Como epidemiólogo del lugar, colaboro con todo el hospital y el equipo de alcance comunitario con la gestión y el análisis de datos. Calculo indicadores de salud como tasa de mortalidad, tasa de ocupación de camas, duración de las hospitalizaciones de pacientes en nuestro hospital y más. Analizo datos de los distintos aspectos de nuestro trabajo para saber si logramos nuestros objetivos o no, y de este modo ayudo a la dirección a saber si hay algún problema o si hay éxitos que celebrar.

También realizo encuestas y evaluaciones que ayudan a identificar áreas que necesitan atención y contribuyen a la toma de decisiones a nivel del proyecto. Vigilar enfermedades es una parte central de mi trabajo, que consiste en analizar datos para descubrir cambios o brotes. También es vital para el equipo, ya que les permite recibir alertas a tiempo y organizar una respuesta oportuna en caso de ser necesario. Eso podría implicar cualquier cosa, desde una campaña de vacunación hasta un nuevo centro de tratamiento o equipos de promoción de la salud que trabajen con la comunidad para reducir la transmisión de una enfermedad.

Aunque a menudo trabajo “tras bambalinas”, la meta de todo lo que hago es mejorar la atención y los resultados de los pacientes.

 

Compartir habilidades

Uno de los objetivos de Médicos Sin Fronteras en Kenema es generar capacidades en el personal médico local, por lo que una parte de mi función es transferir habilidades y conocimientos. Brindo capacitaciones sobre cómo completar registros y formularios de manera adecuada para garantizar que la información de las y los pacientes se registre correctamente.

 

La gestión de datos puede ser desafiante. Cuando atienden a pacientes con enfermedades críticas, quienes integran el personal no siempre pueden completar los registros de los pacientes adecuadamente, y estos son la fuente principal para la recolección de datos en el hospital. Junto con mi equipo, compuesto por un supervisor de datos y cuatro codificadores de datos, monitoreo de cerca y doy apoyo al personal del hospital para garantizar la calidad de los datos registrados y la protección de la confidencialidad de las y los pacientes.

Siempre estoy buscando formas en que MSF pueda aumentar el apoyo a la comunidad con el fin de mejorar la salud de la población local.

 

Apoyo al personal

Ser meticuloso y atento es fundamental para garantizar que los datos se analicen con precisión: incluso los pequeños errores pueden afectar las decisiones que se toman con respecto al proyecto. Mis habilidades de Excel, Word e informática me ayudan todos los días a mejorar la calidad de los informes. Creé plantillas para informes y recolección de datos y colaboro con los directores del hospital y de las actividades de alcance comunitario para evaluar los indicadores de actividad, con frecuencia mensual y trimestral. Comparamos la meta establecida al comienzo con lo que se logró y acordamos recomendaciones para el trimestre siguiente.

 

Vigilancia de enfermedades

La vigilancia de enfermedades es una parte importante de lo que hago. Entre ellas, hay enfermedades de notificación obligatoria, como el sarampión y la meningitis meningocócica. Estas enfermedades se transmiten rápidamente y son especialmente peligrosas para las niñas y niños pequeños no vacunados, así que identificar brotes de manera temprana es fundamental para salvar vidas. Además, Kenema es una zona donde la fiebre de Lassa (enfermedad hemorrágica viral propagada por las ratas) es endémica.

Yo colaboro con el hospital para informar casos al Ministerio de Salud y Saneamiento (MoHS), rastrear a personas que estuvieron en contacto con pacientes con sospecha de tener fiebre de Lassa para poder examinarlas también y enviar muestras de pruebas, lo que no siempre es una tarea fácil. Es vital mantener una colaboración positiva con las autoridades y garantizar que estén bien informadas de nuestras actividades, en especial con relación a las enfermedades prioritarias.

Esto ayuda a mejorar la calidad de la colaboración entre MSF y el MoHS. Tengo una buena relación con el funcionario de vigilancia, con quien me reúno todas las semanas para hablar de las novedades. Siempre uso los datos recopilados para monitorear lo que sucede en las comunidades locales. Por ejemplo, hago un seguimiento de la cantidad de casos de diarrea y malaria para identificar dónde se deben reforzar las actividades de salud ambiental. Siempre busco formas en que MSF puede incrementar su apoyo a la comunidad para mejorar la salud de la población local.

 

Trabajando bajo presión

Garantizar una excelente calidad de datos e informes es la esencia de lo que hago: trabajar bajo presión para cumplir con plazos estrictos. Uno de los aspectos verdaderamente positivos de esto es poder reflejar el intenso trabajo del equipo de MSF aquí. Mediante los informes, resaltamos el apoyo que brindamos al MoHS y la contribución que hacemos a las vidas de las personas del distrito de Kenema. Sentir que estás haciendo un buen trabajo se siente bien, pero tener los datos para probarlo es mucho mejor.”

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