El corto animado “Una y miles” alerta sobre la violencia extrema contra mujeres migrantes en México 

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En Médicos Sin Fronteras lanzamos un corto animado en el que dos mujeres migrantes narran lo que viven en la ruta migratoria.
Los equipos de MSF están detectando múltiples casos de violencia extrema. Una de las más crudas y normalizadas es la violencia sexual. © MSF

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF), junto con 13 artistas mexicanas, presentamos el corto documental animado “Una y miles”.  Narra las historias de dos mujeres en tratamiento tras haber sobrevivido a violencia extrema o tortura en la ruta migratoria. 

Nuestros equipos están detectando múltiples casos de violencia extrema, y una de las más crudas y normalizadas es la violencia sexual. Solo entre enero y agosto de 2024, realizamos 744 consultas de detección y tratamiento en casos de violencia sexual en México. El 93 % de pacientes fueron mujeres de todas las edades. 

Hoy, desde Médicos sin Fronteras, solicitamos que se implementen medidas que mitiguen esta problemática y que exista un acceso temprano y oportuno a los servicios de salud. Urge que los gobiernos atiendan esta crisis de forma digna y humana, bajo un modelo que respete sus derechos y proteja sus vidas. 

 

Un corto animado para contar la historia de dos mujeres que se repite en muchas más

“Me dijeron: ¿qué piensas, que porque estás embarazada te salvas? Bueno yo no niña, y ves que estoy embarazada de 37 semanas”, contó una mujer al equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el Centro de Atención Integral (CAI), espacio enfocado en el tratamiento a víctimas de violencia extrema y tortura en la Ciudad de México.  

Mientras ella intenta recuperarse de la violencia extrema de la que es sobreviviente, miles de mujeres son violentedas en el trayecto hacia Estados Unidos. Sin importar el origen, la edad, posición o condición, la ruta migratoria se ha convertido en testigo de la violencia normalizada, desbordada y desproporcionada contra las mujeres que huyen de condiciones de vida insoportables, como amenazas a su vida.  

En un intento por mostrar la resiliencia y fortaleza de estas mujeres atendidas en el CAI, así como la violencia a la que se enfrentan en la ruta migratoria, desde MSF, en colaboración con 13 artistas mexicanas, presentamos el cortometraje documental animado “Una y miles”. Siguiendo las historias de dos mujeres, pacientes del CAI, que pudieran ser cualquiera, se relatan sucesos individuales de violencia, como el secuestro y la extorsión, que con lamentable cotidianidad se convierten en universales para miles de mujeres que salen de su lugar de origen en busca de una mejor vida.  

A través de este documental, se busca resaltar cómo las mujeres latinoamericanas. Ellas cada vez más migran de forma independiente o como responsables de su familia, no solo están en riesgo por el hecho de migrar bajo estas condiciones, sino por razón de su género.

“Queremos hacer un llamado a la acción y a la empatía por las mujeres que actualmente se encuentran en la ruta, lejos de sus familias o cualquier apoyo, así como alertar, una vez más, sobre el empeoramiento de las condiciones a las que se enfrentan al migrar”, dice Ramón Márquez, coordinador del proyecto del CAI. 

 

Más mujeres bajo la sombra de la violencia 

Desde 2022, se presenta una mayor afluencia de familias con mujeres, niñas, niños y adolescentes en la ruta migratoria hacia Estados Unidos. En los puntos de atención de MSF se registran más mujeres jóvenes, embarazadas y lactantes, viajando solas o con menores. Conforme el perfil demográfico de las personas en movimiento se ha transformado, también se han agudizado las violencias en contra de más y más mujeres.  

Los equipos de MSF están detectando múltiples casos de violencia extrema. Una de las más crudas y normalizadas es la violencia sexual. Solo entre enero y agosto de 2024, se realizaron 744 consultas relacionadas con violencia sexual en México. El 93 % son mujeres de todas las edades, lo que conlleva a una adaptación de los servicios.  

El CAI, por ejemplo, se establece ante la falta de acceso a servicios de salud integral. En este centro, MSF hace una intervención interdisciplinaria que integra medicina, psicología, psiquiatría, trabajo social y terapia ocupacional. 

Redoblar esfuerzos contra la violencia sexual: una nueva estrategia de MSF 

Dar una respuesta a esta crisis de salud en la ruta migratoria, derivada de la violencia y violencia sexual, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la atención de MSF en el país. Los retos para brindar estos servicios, además, se agudizan por los factores a los que las mujeres y menores se enfrentan para conseguir su derecho a la salud. Entre otros, que las personas no quieran acercarse a autoridades de seguridad o médicas para no poner en riesgo su continuación en la ruta, o los reportes cada vez más frecuentes y alarmantes de ser sobrevivientes de una agresión sexual en puntos de control, alcabalas, durante el recorrido por el país.  

“Un reto importante para atender a la población es la criminalización de la migración, que contribuye a la escasez de servicios de salud”, agrega Márquez. “Como resultado, muchos sobrevivientes no pueden recibir atención médica o psicológica dentro de las 72 horas posteriores a la violencia sexual”. 

Los cateos dactilares por parte de autoridades de seguridad o grupos del crimen organizado se han vuelto una herramienta de extorsión para mujeres y sus familiares.  

Sobre este hecho, las personas migrantes han informado que a menudo se les desnuda para ser registradas, con una inspección exhaustiva de su cuerpo (especialmente de sus genitales) sin consentimiento. Incluso si alguien no experimenta personalmente violencia sexual en la ruta, están constantemente expuestas a la violencia contra quienes les rodean. Algunas personas, incluidas familias y niños, se ven obligadas a presenciar violencia sexual contra sus seres queridos: “Una tiene suerte porque no la revisan, pero escuché los gritos de mis hermanas cuando lo hacían”, comentó una paciente de MSF en Piedras Negras, ciudad fronteriza en el noreste de México.   

Ante estos y otros desafíos, los equipos de MSF se han adaptado para encontrar formas de atención que respeten la dignidad del paciente y respondan a sus necesidades específicas. Lo hace mediante consultas especializadas, fortalecimientos los servicios de salud mental y las vías de referencia médica a centros de salud locales en caso particulares. Además, se llevan a cabo actividades de educación y sensibilización sobre la violencia sexual, sus derechos médicos y legales, y los servicios disponibles. 

“La violencia en cualquiera de sus formas deja rastros en la memoria corporal a largo plazo. Por lo tanto, abordar el impacto en la salud mental es tan central como brindar atención médica”, explica Márquez. “El equipo del proyecto atiende casos de pacientes SoIT (Sobrevivientes de violencia extrema, malos tratos y tortura). También trabaja junto a los pacientes para sensibilizarles sobre la importancia de una atención integral. Se les ofrece apoyo terapéutico, junto a su familia, con el objetivo de que tanto ellas como sus hijos o hijas, puedan recuperar su funcionalidad, confianza y autonomía. Sin embargo, este es un desafío constante porque muchas de estas personas se encuentran en un estado de alta vulnerabilidad y pérdida de funcionabilidad”.  

La gravedad de las necesidades y el aumento de la crueldad con la que ocurren estos actos, nos han obligado a ampliar nuestros servicios de salud, salud mental, trabajo social y promoción de la salud. “[El corto documental] ‘Una y miles’ es un homenaje a la resiliencia, al poder y la fortaleza de las mujeres migrantes, pero también un llamado de atención para no dejarlas caminar solas; todos podemos contribuir para luchar contra todos los tipos de violencia”, finaliza Márquez. 

No dejes de ver el corto animado ‘Una y Miles’, haz click aquí.

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