Las personas con tuberculosis se enfrentan a múltiples barreras para acceder al tratamiento en Afganistán

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MSF brinda atención a pacientes con Tuberculosis en Afganistán
La enfermera de MSF Aziza Khushal revisa los signos vitales de una paciente en la sala de consulta del lado de las mujeres del hospital de tuberculosis de MSF en la ciudad de Kandahar. Afganistán, marzo de 2022. © Lynzy Billing

Jawahira tuvo dificultades para encontrar atención médica adecuada después de contagiarse de tuberculosis (TB).  

“Solía visitar clínicas privadas, pero en lugar de darme medicamentos para la tuberculosis, generalmente solo me recetaban analgésicos”, comenta. 

A principios de año fue derivada a nuestro hospital de tratamiento de tuberculosis que tenemos en Kandahar desde una clínica de Daikundi, en el centro de Afganistán. 

El costo para buscar tratamiento también le pasó factura. “Mi casa está muy lejos, en Uruzgan, así que cuando fuimos a ver a un médico, tuve que gastar 6,000 afganis (alrededor de $67 dólares) por el viaje en automóvil y luego 13,000 ($146 dólares) en los medicamentos que me dieron”. 

La cantidad gastada por Jawahira en cada visita al médico es aproximadamente un tercio del ingreso mensual promedio en Afganistán. Según el Banco Mundial, se estima que el 60% de las personas en el país no tienen trabajo y no perciben ningún ingreso. 

Al mismo tiempo, los efectos de las sanciones, combinados con medidas financieras adicionales contra el gobierno del Emirato Islámico de Afganistán, se dejan sentir por todo el país. 

Las personas a veces tienen dificultades para pagar incluso los alimentos básicos, por no hablar de los gastos de viaje y los honorarios médicos de las visitas al hospital. Mientras tanto, el sistema de salud pública carece de recursos, personal y fondos suficientes. 

El hospital de TB que MSF tenemos en Kandahar cuenta con 24 camas, y es el único centro médico que brinda atención avanzada contra la tuberculosis en el sur de Afganistán. Muchos de nuestros pacientes provienen de las provincias cercanas de Helmand, Uruzgan, Nimroz y Zabul, pero otros viajan hasta 350 kilómetros de distancia, desde las provincias de Farah, Dikondi, Badghis, Ghazni y Paktika. 

“Muchas personas viajan desde lejos, y las apoyamos cubriendo los gastos de transporte, alojamiento y alimentos para aliviar parte de la carga económica”, explica Allieu Tommy, asesor médico de Médicos Sin Fronteras (MSF). Sin estos incentivos, la mayoría de las y los pacientes no podrían permitirse el lujo de venir para recibir tratamiento. 

MSF brinda atención a pacientes con tuberculosis en Afganistán
La enfermera de MSF Aziza Khushal espera para recoger una muestra de esputo de una nueva paciente en el lado de las mujeres del hospital de tuberculosis resistente a los medicamentos de MSF en la ciudad de Kandahar. Afganistán, marzo de 2022. ©Lynzy Billing

 

Falta de sensibilización sobre la tuberculosis 

Las dificultades para acceder a la atención médica y pagarla no son los únicos obstáculos al tratamiento de la TB a los que se enfrenta la población de Afganistán. También se enfrentan al desconocimiento generalizado de la enfermedad. 

Los equipos de MSF realizan periódicamente actividades de promoción de la salud en las comunidades locales de Kandahar para mejorar los conocimientos de la población sobre la tuberculosis. También proporcionamos información sobre la enfermedad a pacientes y cuidadores en el hospital de Kandahar.  

“Cuando una persona llega por primera vez y se entera de que tiene tuberculosis, hablamos con ella y le explicamos qué es, cómo se transmite, los cuidados que debe tener con los miembros de su familia y cuánto tiempo durará el tratamiento”, explica Taiba Azizi, enfermera de MSF. 

MSF también realiza pruebas de tuberculosis a los familiares de las y los pacientes, ya que la enfermedad es altamente transmisible, especialmente cuando las personas viven juntas. 

 

Tratamiento en el hogar 

Algunos pacientes tienen una forma de la enfermedad que es resistente a los medicamentos convencionales contra la tuberculosis y requieren un tratamiento que dura de nueve a 12 meses. Esto puede ser especialmente difícil de sobrellevar estando en un hospital y lejos de sus amistades y familiares. 

Por ello, muchos pacientes no llegan a completar el tratamiento. Pero en 2023, tras los resultados de la investigación, se introducirá un régimen de tratamiento corto de seis meses que debería facilitar que las personas terminen su tratamiento. 

MSF ya hemos puesto en marcha un programa contra la tuberculosis resistente a los medicamentos (TB-DR) que combina la atención hospitalaria especializada con el tratamiento supervisado en el hogar para ayudar a las y los pacientes a sobrellevar mejor sus regímenes de tratamiento. 

“Lo que ofrecemos es un sistema por el que una persona pasa los primeros 30 días en nuestras instalaciones bajo observación cuidadosa y, si no experimenta efectos secundarios adversos importantes de los medicamentos tomados, le damos el alta para que reciba atención domiciliaria”, afirma Azizi. 

“Nuestro personal les hace un seguimiento semanal por teléfono, lo que significa que los pacientes solo tienen que volver al hospital una vez al mes para renovar sus medicamentos y tener una consulta en persona”. 

MSF para pacientes con tuberculosis resistentes a los medicamentos (TB-DR) de la ciudad de Kandahar, Afganistán
Bibi Amina y su nieta de nueve años, Sayeeda, esperan a ver a un médico en el área de mujeres del hospital de MSF para pacientes con tuberculosis resistentes a los medicamentos (TB-DR) de la ciudad de Kandahar, Afganistán. ©Lynzy Billing

 

Las mujeres, niñas y niños son los más vulnerables a la tuberculosis 

Más del 70 % de los pacientes del hospital de TB que MSF tenemos en Kandahar son mujeres, niñas y niños. “Permanecen en casa en habitaciones polvorientas y mal ventiladas durante más tiempo que los hombres”, explica Tommy. “Si una mujer se contagia, es probable que los niños y niñas también contraigan la enfermedad”, añade. 

Un obstáculo adicional para las pacientes es que, por lo general, deben ir acompañadas de un familiar varón al hospital, lo que, unido a las barreras económicas, puede reducir considerablemente su acceso a la atención sanitaria.   

Se estima que la tuberculosis y sus formas resistentes matan a más de 13,000 personas en Afganistán cada año. El acceso a una atención adecuada sigue siendo un gran desafío para los pacientes en la parte meridional del país, principalmente por la insuficiencia de infraestructuras médicas, la duración del tratamiento y los obstáculos económicos. 

Si bien el hospital de tuberculosis de MSF en Kandahar proporciona tratamiento gratuito y de calidad a muchas personas, no puede considerarse como una solución a largo plazo. La población de Afganistán necesita un sistema de salud que responda a sus necesidades. 

 

El hospital de tuberculosis de MSF en Kandahar tiene como objetivo brindar a los pacientes un tratamiento de calidad, gratuito y eficaz. Nuestros equipos han brindado más de 13,000 consultas para pacientes con TB sensible a los medicamentos y resistente a los medicamentos en lo que va del año y han admitido a más de 70 pacientes para tratamiento hospitalario. También brindamos apoyo a las y  los pacientes en cuestiones de salud mental, llevamos a cabo actividades de promoción de la salud dentro del hospital y en sus alrededores, y brindamos apoyo técnico y financiero a los laboratorios provinciales que ofrecen pruebas de TB.

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