Los bombardeos implacables e indiscriminados en Ucrania deben parar

Durante los ataques de anoche en Kiev, un misil impactó un edificio residencial. Los servicios de emergencia siguen buscando personas sobrevivientes entre los escombros.

Los implacables bombardeos en Ucrania en abril de 2025 Kiev, 24 de abril, después del ataque.
Los implacables bombardeos en Ucrania en abril de 2025 Kiev, 24 de abril, después del ataque. © MSF

Anoche, Kiev sufrió otra ola de bombardeos masivos que siguen a los devastadores ataques en la región de Dnipró y Krivói Rog (Kryvyi Rih), todos con numerosas víctimas. El uso masivo de la fuerza por parte de las fuerzas rusas en Ucrania es implacable. Hospitales, edificios residenciales, trabajadores humanitarios y pacientes no se salvan. Con el uso de drones y misiles de largo alcance, nadie en el país está a salvo.

Durante los ataques de anoche en Kiev, un misil impactó un edificio residencial. Los servicios de emergencia siguen buscando personas sobrevivientes entre los escombros. Se confirmó la muerte de doce personas y se reportaron más 70 personas heridas, entre ellas seis niños. Muchas permanecen hospitalizadas con heridas graves.

 

Personal de MSF respondió con derivación médica con gran cantidad de víctimas tras los bombardeos en Kiev.
Personal de MSF respondió con derivación médica con gran cantidad de víctimas tras los bombardeos en Kiev. © MSF

 

Kiev alberga las oficinas de coordinación de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Ucrania. Los equipos de MSF viven y trabajan en la ciudad.

“En este momento, nuestro personal, como millones de personas, se enfrenta a bombardeos casi todas las noches. Anoche, algunos de nuestros compañeros pasaron la noche en estaciones de metro; otros no tuvieron más remedio que despertar a sus hijos y refugiarse en casa como pudieron, mientras las explosiones sacudían el suelo y las ventanas. Nadie está a salvo, las personas están agotadas y muchas viven con miedo”, afirma Thomas Marchese, director del programa de MSF en Ucrania.

Este último ataque en Kiev continúa una pauta de bombardeos en Ucrania: los ataques a edificios residenciales, hospitales y escuelas ocurren a diario. El 5 de abril, los equipos de ambulancia de MSF respondieron a un ataque en Krivói Rog, donde murieron 20 personas, incluyendo nueve niños. Una sobreviviente derivada por los paramédicos de MSF tenía tan solo siete años; sufrió una fractura de cadera, shock hemorrágico y heridas de metralla.

El 23 de abril, un ataque con drones de las fuerzas rusas impactó un autobús en Marhanets, región de Dnipró, matando, según se informa, a nueve personas e hiriendo a 50. Los equipos de ambulancia de MSF apoyaron al Ministerio de Salud en el plan de atención a víctimas en masa, derivando a pacientes con pérdida de sangre significativa y heridas de metralla.

 

Vista de Kiev, el 24 de abril, después de los implacables bombardeos. Ucrania 2025.
Vista de Kiev, el 24 de abril, después de los implacables bombardeos. Ucrania 2025. © MSF

 

Alrededor de 2,000 instalaciones médicas han resultado dañadas o destruidas desde que la guerra en Ucrania se intensificó en 2022. En los últimos meses, los hospitales de todo el país han sufrido múltiples incidentes con víctimas masivas e incluso se han convertido en objetivos, especialmente en zonas cercanas a la línea del frente, donde el sistema de salud ya se encuentra bajo una enorme presión.

“La magnitud de los ataques que sufren las personas es enorme; nuestras clínicas móviles han visto un aumento de casos de infartos y accidentes cerebrovasculares, afecciones directamente relacionadas con el estrés prolongado. En Ucrania, la guerra afecta a todos los aspectos de la vida cotidiana. Las personas pueden ser atacadas mientras viajan al trabajo, compran pan o dejan a sus hijos en la guardería. No hay aviso, no hay lugar seguro: solo segundos separan la vida normal de la violencia extrema. La población civil nunca debe ser ojetivo de ataques”, afirma Marchese.

Nuestros equipos de paramédicos en MSF apoyan actualmente las respuestas de emergencia en las regiones de Sumy, Dnipropetrovsk, Járkiv, Jersón y Nikolaev, mientras que los equipos quirúrgicos siguen brindando atención vital en hospitales cercanos a las zonas de conflicto activo. La atención de rehabilitación, que incluye fisioterapia y salud mental, continúa en Cherkasy y Odesa, mientras que en Vínnytsia el equipo de salud mental brinda tratamiento para el síndrome postraumático causado por la guerra. En los centros médicos de Ucrania, hay una constante: el flujo de personas heridas nunca se detiene.

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