Los cuatro retos que el nuevo Gobierno debe abordar para atender la migración irregular en Guatemala

El equipo de salud mental de MSF en Tecún Uman, Guatemala
El equipo de salud mental de MSF en Tecún Uman, Guatemala ©MSF

Guatemala es uno de los principales puntos de la ruta de las personas migrantes en la región. A pesar de los graves impactos físicos y emocionales que enfrentan estas poblaciones a su paso por el país por cuenta de la inseguridad y la falta de asistencia, en los últimos años este tema ha sido olvidado en la agenda pública del país. Sin embargo, con el cambio de gobierno se abre una nueva oportunidad para llamar la atención sobre la urgencia de proteger los derechos de las personas en movilidad y aumentar los esfuerzos de respuesta y atención para ellas.  

En el último año, en sus proyectos de atención a población migrante en Esquipulas y Tecún Umán, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos sido testigos de las consecuencias médicas y humanitarias derivadas de las difíciles experiencias de la ruta migratoria. También ha visto con preocupación la baja respuesta humanitaria adecuada a la población en movimiento en los puntos de llegada, tránsito y salida de Guatemala. 

Durante su paso, las personas en movimiento experimentan diversos efectos negativos en su salud física y mental, como infecciones del tracto respiratorio y problemas gastrointestinales. Además, enfrentan estrés agudo y síntomas de depresión. Al padecer condiciones de salud adversas, lidian con barreras de acceso a servicios para seguimiento de sus tratamientos. En algunos casos, sufren la muerte de sus seres queridos y no cuentan con información ni apoyo para gestionar estas situaciones. 

Un factor que ha predominado en este último año es el cambio de perfil de la población en movimiento, ya que ahora hay mayor presencia de niñas, niños, mujeres, personas mayores y personas LGBTIQ+, las cuales son más vulnerables frente a los posibles impactos negativos de la experiencia migratoria. Ante la complejidad de este panorama, MSF compartimos cuatro recomendaciones para el nuevo gobierno con el propósito de que priorice la garantía de los derechos y la dignidad de las personas en movilidad. 

Tecún Umán, Guatemala, 2022
El equipo da un acompañamiento a las personas que llegan a la estación de buses de Tecún Umán que se encuentra en la frontera de Guatemala con México. © Esteban Montaño

 

1. Atención de salud integral 

Ante la amplia preocupación por la falta de asistencia en salud y respuesta humanitaria de los últimos años, MSF instamos al nuevo gobierno a proporcionar una atención digna e integral a las personas migrantes, independientemente de su estatus migratorio, de forma gratuita. El acceso a servicios médicos de calidad es un derecho fundamental que todas las personas deberían tener, incluyendo a las personas migrantes irregulares. 

Es de vital importancia en este nuevo periodo que se implementen políticas, programas específicos y financiamiento a entidades que responden a la crisis migratoria. Esto con el fin de garantizar la disponibilidad de servicios de atención primaria, actividades de salud mental, consultas ambulatorias, salud materna, medicamentos esenciales, atención especializada, así como suministro de agua y saneamiento.  

2. Protección y seguridad en la ruta 

El nuevo gobierno tiene la responsabilidad de que Guatemala brinde protección a las personas migrantes. Hay muchos factores que aumentan la vulnerabilidad de las personas, tanto estructurales como informales. Desde MSF hemos atendido numerosos reportes de pacientes respecto a la falta de seguridad en el trayecto, que los conduce a la toma de rutas alternas y peligrosas que ponen en riesgo la salud física y mental de las personas que buscan un mejor futuro. Durante el 2023 la organización realizó 859 consultas de salud mental, en donde identificó síntomas como ansiedad, depresión, así como traumas relacionados a la experiencia de la ruta. 

Médicos Sin Fronteras recomienda brindar y reforzar los sistemas de acogida con seguridad para las personas en movilidad. Garantizar la asistencia médica y respetar la dignidad de las personas. Es necesario que la política migratoria garantice la protección de la niñez, adolescencia, mujeres, adultos mayores y personas de la comunidad LGBTIQ+. 

De la misma forma es necesario informar a las personas en movimiento sobre los riesgos de seguridad a lo largo de su ruta y promover la prevención de la violencia y de la violación de derechos, a través de buenas prácticas y estrategias de autocuidado. Las autoridades gubernamentales deben asumir su rol y responsabilidad como país de origen, tránsito y destino para asistir a las necesidades humanitarias de la población.  

 

3. Estadísticas actualizadas 

Para abordar adecuadamente las necesidades humanitarias en el contexto migratorio actual, es necesario reforzar la producción, análisis y uso de estadísticas para dimensionar la realidad migratoria en Guatemala. Esto contribuirá a que los diferentes actores puedan establecer planes y actividades más pertinentes para resolver estos vacíos, partiendo de datos reales y actualizados como guía para determinar mejoras junto a organizaciones dedicadas a la atención de la población en movimiento. 

 

4. Sensibilización para la población 

Concientizar a la población sobre el respeto e integración de las personas migrantes en la sociedad es esencial para construir una comunidad inclusiva y solidaria.  

Es necesario que los discursos de las nuevas autoridades promuevan la empatía y la comprensión en los derechos de las personas en movilidad. Además, sería beneficioso que inviertan en la sensibilización de la población local sobre la realidad migratoria y las consecuencias médicas y humanitarias que esta conlleva. Estas acciones formarían parte de una estrategia integral para fortalecer la cohesión social y fomentar el progreso del país

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