República Centroafricana: vacunamos a miles de niñas y niños tras la llegada de refugiados de Sudán

MSF brindamos atención a personas refugiadas de Sudán que llegan a RCA
Una niña sudanesa es vacunada durante una campaña de vacunación de MSF contra el sarampión y otras enfermedades en el campo de refugiados de Korsi en la ciudad de Birao, en el norte de la República Centroafricana. © MSF/Vivien Ngalangou

La campaña de vacunación contra el sarampión y otras enfermedades forma parte de la respuesta de emergencia que Médicos Sin Fronteras (MSF) lanzamos en la localidad de Birao, en el norte de la República Centroafricana, donde han sido reubicadas personas refugiadas de Sudán.

Hemos vacunado a más de 7,000 niñas y niños contra el sarampión y otras enfermedades en el norte de la República Centroafricana (RCA). De esta forma buscamos aumentar la protección sanitaria de la comunidad local y de las personas refugiadas sudaneses que han sido reubicadas en la localidad de Birao.

Tras una alerta de epidemia de sarampión, notificada antes de la llegada de los refugiados, nuestros equipos en Birao realizaron una campaña de vacunación entre el 6 y el 10 de julio. Durante cinco días, vacunamos a niñas y  niños de entre seis meses y 15 años en la capital de la prefectura de Vakaga y sus alrededores.

“Además del sarampión, hemos incluido otros antígenos contra el neumococo, el tétanos o la difteria. Así daremos una mayor inmunidad a las niñas y niños para que estén protegidos contra estas enfermedades prevenibles”, explica Nathanael Mwamba, líder médico del equipo de emergencias de MSF.

“Las condiciones precarias de vida y proximidad en que viven las personas refugiadas dentro del campo y la mayor presión sobre los recursos locales son factores que pueden favorecer la propagación de enfermedades”.

MSF brindamos atenciòn a personas refugiadas de Sudán que llegan a RCA
Tidjani, un trabajador de salud mental de MSF, organiza actividades para niñas y niños en el campo de refugiados de Korsi en la ciudad de Birao, en el norte de la República Centroafricana. © MSF/Vivien Ngalangou

 

Tras el inicio de la guerra a mediados de abril en Sudán, 13,800 personas llegaron a República Centroafricana (RCA) huyendo de la violencia, según la ONU. En su mayoría son refugiados sudaneses, pero también ciudadanos centroafricanos que habían huido de su país durante diferentes periodos de crisis.

Mientras que las primeras personas refugiadas eligieron asentarse en la localidad fronteriza de Am-Dafock dado que queda más cerca de sus hogares y familias en Sudán, el gobierno centroafricano decidió reubicar a la población refugiada al campo de acogida de Korsi en Birao. Hasta ahora, 1,200 personas han sido reubicadas en Birao, un lugar que es más seguro y accesible para las organizaciones humanitarias.

Sin embargo, la mayoría de la población refugiada está compuesta por mujeres, niñas y niños. La mayoría se resiste a ser reasentada sin el consentimiento del cabeza de familia. El resultado es que alrededor del 90 por ciento de las personas refugiadas todavía están en la frontera. Alli no reciben asistencia suficiente ya que muy pocas organizaciones humanitarias están trabajando allí.

“En el campo para personas refugiadas de Korsi, cualquiera puede enfermarse. Nuestras condiciones de vida son muy difíciles. Aquí estamos expuestos a las picaduras de escorpiones y serpientes. Y con la lluvia que comienza a caer, nos estamos preparando para lo peor por el riesgo de malaria y otras enfermedades”, dice Moussa, un refugiado sudanés.

Para ayudar a la población refugiada que está llegando, iniciamos una respuesta de emergencia a principios de mayo. Actualmente, dirigimos un puesto de salud en el campo de Korsi centrado en el tratamiento de la atención pediátrica. En el puesto realizamos unas 200 consultas a la semana por enfermedades como infecciones respiratorias agudas, paludismo o parásitos intestinales.

MSF brindamos atenciòn a personas refugiadas de Sudán que llegan a RCA
Un miembro del personal de MSF crea conciencia sobre problemas de salud mental en el campo de refugiados de Korsi en la ciudad de Birao, en el norte de la República Centroafricana. © MSF/Vivien  Ngalangou

 

Desde MSF también brindamos apoyo en salud mental, ya que muchas personas refugiadas han sufrido violencia, pérdida de seres queridos y otras situaciones traumáticas. Entre el 12 de mayo y el 10 de julio, realizamos 1,154 consultas médicas y compartimos información con 1,463 personas sobre salud mental.

Además, apoyamos el hospital distrital de Birao, donde reforzamos las capacidades para prepararse ante una posible afluencia de personas heridas. Allí también se estabilizan los casos críticos y luego se derivan en avión a la capital, Bangui, en caso de que el paciente requiera de una atención médica más especializada.

Compartir

Relacionados

Colabora