Respondemos al aumento de casos de Kala azar en Kenia

El Kala azar es mortal, difícil de detectar, especialmente con la escasez de pruebas y poco comprendido por la mayoría de las comunidades.

MSF responde al aumento repentino de casos de kala-azar en los condados de Wajir y Marsabit, Kenia.
MSF responde al aumento repentino de casos de kala azar en los condados de Wajir y Marsabit, Kenia. © Zainab  Mohammed/MSF

Desde finales del 2024, Marsabit y Wajir, condados en la árida región del noreste de Kenia, han experimentado un significativo aumento en casos de Kala azar, también conocido como Leishmaniasis visceral. El equipo de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF), junto con las autoridades locales de salud, respondemos al aumento de casos. Se ha reportado 347 casos y 5 muertes en Marsabit y 994 casos con 40 muertes en Wajir. Los niños y niñas menores de 5 años son las más afectadas, la mayoría menores de dos años. 

 

Miembros de la comunidad en fila durante una actividad de distribución de mosquiteros para prevenir la infección de kala azar en Loglogo, condado de Marsabit. Loglogo ha reportado el mayor número de casos de kala azar en Marsabit.
Miembros de la comunidad en fila durante una actividad de distribución de mosquiteros para prevenir la infección de kala azar en Loglogo, condado de Marsabit. Loglogo ha reportado el mayor número de casos de kala azar en Marsabit, Kenia. © Zainab  Mohammed/MSF

 

El Kala azar es una enfermedad parasitaria mortal que se transmite por la picadura de flebótomos (moscas de arena) infectados que prosperan en los paisajes cálidos y áridos del norte de Kenia. Esta también es una enfermedad tropical desatendida (ETD). Además de los factores ambientales, el estilo de vida –como el de un pastor– les expone más a los flebótomos.  

De no recibir tratamiento, la enfermedad es mortal en 95% de los casos, lo que la convierte en la segunda enfermedad parasitaria más mortal después de la malaria. 

Existe una falta significativa tanto de kits de diagnóstico a nivel mundial y de medicamentos para tratar eficazmente la enfermedad. Esta escasez obstaculizó gravemente el tratamiento oportuno y el control de la enfermedad en las comunidades afectadas al inicio del aumento de casos. 

“El kala azar es mortal, difícil de detectar, especialmente con la escasez de pruebas y poco comprendida por la mayoría de las comunidades”, señaló la Dra. Barbara Amonde, responsable del equipo médico de emergencias de MSF en Marsabit. “Si no se aplica estrictamente la definición de caso y la enfermedad se diagnostica erróneamente, el uso de medicamentos fuertes y tóxicos en el tratamiento puede conllevar un riesgo real de intoxicación y muerte para los pacientes”. 

 

Hassan Adan, de MSF, apoyó al Oficial de Salud Pública en la impartición de una sesión de educación sanitaria en la sala de hombres adultos del ala de aislamiento de Kala-azar, en el Hospital de Referencia del Condado de Wajir.
Sesión de educación sanitaria en la sala de hombres adultos del ala de aislamiento de Kala azar, en el Hospital de Referencia del Condado de Wajir, Kenia. © Zainab  Mohammed/MSF

 

“En años anteriores, solo teníamos casos en dos zonas: Loglogo y Shurr. Pero en el actual repunte estamos viendo casos en todo el condado, siendo los más afectados los niños menores de cinco años y los hombres adultos”, explicó Abdiya Gewada, coordinadora de enfermedades tropicales desatendidas en el condado de Marsabit. 

Los sistemas de salud sobrecargados, los recursos limitados para diagnóstico y tratamiento, y el bajo nivel de concientización pública dificultan la prevención y la respuesta efectiva frente a esta enfermedad ya de por sí desatendida a gran escala. El condado de Wajir registró el mayor número de casos en el país. 

“Ha sido difícil conseguir kits de prueba e incluso medicamentos dentro del país. Los trabajadores sanitarios no siempre sabían cómo diagnosticar, lo que redujo la capacidad de respuesta rápida en las etapas iniciales del aumento de casos, provocando la pérdida de vidas de forma prematura”, dijo Hussein Mohammed, coordinador interino de enfermedades tropicales desatendidas en el condado de Wajir. 

 

Llamado a mayor atención y recursos para las enfermedades tropicales desatendidas 

“Este brote es un recordatorio de que las enfermedades tropicales desatendidas no solo afectan la salud, sino que también ponen en evidencia profundas desigualdades en el acceso a la atención médica”, reiteró Maureen Muchanga, líder del equipo médico de MSF en Wajir- “Sin un control adecuado del vector, diagnóstico preciso, tratamiento asequible y suficiente personal médico capacitado, la detección y atención del kala-azar siguen siendo tardías y difíciles, con un alto costo humano”. 

 

Ambisome, medicamento utilizado para el tratamiento del Kala azar. Kenia 2025.
Ambisome, medicamento utilizado para el tratamiento del Kala azar. Kenia 2025. © Zainab  Mohammed/MSF

 

Los repuntes en Wajir y Marsabit han vuelto a mostrar el impacto humano de las enfermedades desatendidas. El acceso limitado a herramientas de diagnóstico, tratamientos tóxicos que requieren manejo especializado y la escasa concientización pública son solo algunos de los obstáculos para enfrentar esta enfermedad olvidada.

Desde Médicos Sin Fronteras llamamos a una mayor atención nacional e internacional hacia las enfermedades tropicales desatendidas, incluyendo la capacitación de personal sanitario, financiación para diagnósticos y tratamientos más seguros, sensibilización comunitaria y medidas de prevención. 

Nuestro equipo en Wajir continúa apoyando el tratamiento en el Hospital de Referencia del Condado de Wajir y el Hospital Subcondal de Griftu, que aún registran un alto número de casos. Tras dos meses y medio de apoyo, nuestro equipo se retiró del condado de Marsabit, dejando todas las actividades de salud completamente a cargo del Departamento de Salud del Condado de Marsabit. 

 

Lul Mohammed Dahir, enfermero apoyado por MSF, atiende a una paciente de Kala-azar en la sala de mujeres adultas del ala de aislamiento de Kala-azar del Hospital de Referencia del Condado de Wajir.
Lul Mohammed Dahir, enfermero apoyado por MSF, atiende a una paciente de Kala-azar en la sala de mujeres adultas del ala de aislamiento de Kala-azar del Hospital de Referencia del Condado de Wajir. © Zainab  Mohammed/MSF

 

Para reducir la brecha de conocimiento en salud y reforzar las actividades preventivas, los equipos de MSF capacitaron a 26 trabajadores del Ministerio de Salud y brindaron formación en el puesto de trabajo sobre identificación y manejo de casos. También se realizaron actividades de educación en salud comunitaria y prevención de enfermedades, con el objetivo de transmitir información sobre la enfermedad y formas de reducir el riesgo de infección. Además, se proporcionaron 420 kits de prueba para mejorar el diagnóstico, se distribuyeron 5,877 mosquiteros, y se donaron 10 bombas rociadoras de insecticida, 2 módulos de insecticida (kit completo con insecticida y equipo de protección), y 500 unidades de ICON (un insecticida) para el control del vector. 

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