Sudán: Un ataque áereo deja fuera de servicio el hospital pediátrico de El Fasher y provoca la muerte de dos niños y un cuidador

En los últimos días se ha producido una intensa escalada de los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). Médicos Sin Fronteras instamos a las partes beligerantes a que garanticen la seguridad de la población civil y de las estructuras sanitarias

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MSF en Sudán
Hospital El Fasher, 1 de mayo de 2023. © MSF

En la noche de ayer sábado 11 de mayo, un ataque aéreo de las Fuerzas Armadas de Sudanesas (FAS) en El Fasher, Darfur Norte, cayó a 50 metros del hospital pediátrico Babiker Nahar, que apoyamos desde Médicos Sin Fronteras (MSF). 

La explosión provocó el derrumbe del tejado sobre la unidad de cuidados intensivos (UCI) y con ello la muerte de dos niños que se encontraban en el hospital recibiendo tratamiento, así como de al menos uno de los cuidadores que se encontraban allí. ​
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​Este hospital era uno de los pocos centros pediátricos que había logrado mantenerse operativo desde el comienzo de la guerra. Recibía derivaciones de pacientes de toda la región de Darfur porque muchos otros hospitales se han visto obligados a cerrar. Ahora se une a la lista de centros médicos que han quedado fuera de servicio. ​

El incidente del sábado se produjo tras los intensos combates entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y las FAS/Fuerzas Conjuntas en Darfur Norte el viernes 10 de mayo, cuando 160 heridos -entre ellos 31 mujeres y 19 niños- llegaron al Hospital Sur de El Fasher, que también recibe apoyo de MSF. De las personas heridas, 25 se encontraban en estado crítico a su llegada y fallecieron. ​ ​
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Los combates del viernes tuvieron lugar cerca de Babiker Nahar y provocaron la huida de casi todos los pacientes en busca de seguridad, muchos de los cuales fueron trasladados al Hospital del Sur. De los 115 niños que recibían tratamiento en Babiker Nahar, 10 permanecían allí el sábado cuando cayó la bomba, incluidos los dos niños que murieron. Actualmente, el hospital está cerrado. ​
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Desde MSF llamamos urgentemente a todas las partes beligerantes para que respeten las vidas de los civiles y garanticen la seguridad de las estructuras sanitarias, tal y como están obligadas a hacer en virtud del Derecho Internacional Humanitario y de la declaración de Jeddah, firmada hace exactamente un año. Justo el día de su primer aniversario, fue cuando el hospital resultó dañado, provocando la muerte de los niños y del cuidador.

 

El hospital original fue saqueado al principio de la guerra

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​”Dos niños que recibían tratamiento en nuestra unidad de cuidados intensivos del hospital pediátrico, así como un cuidador, han muerto como consecuencia de los daños colaterales provocados por un ataque aéreo de las Fuerzas Armadas sudanesas. 115 niños recibían tratamiento en este hospital; que ha quedado inoperativo y en el que ya no hay nadie. El hospital pediátrico original fue saqueado al comienzo de la guerraLos niños fueron evacuados a una pequeña clínica de salud que rehabilitamos y ampliamos en mayo y junio del año pasado. Convertir un pequeño dispensario en un hospital en funcionamiento no es tarea fácil, especialmente durante un conflicto activo. Era uno de los pocos hospitales infantiles que quedaban en toda la región de Darfur. Recibíamos derivaciones de todo Darfur debido a la falta de instalaciones en otros lugares. Ahora contamos con un hospital menos, justo cuando intentábamos ampliar nuestra respuesta en El Fasher y en el campo de Zamzam, en respuesta a la catastrófica crisis de desnutrición que allí se vive” afirma Michel-Olivier Lacharité, coordinador de emergencias de MSF.
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​”Los 115 niños ingresados en el hospital recibían tratamiento para enfermedades como malaria, neumonía, diarrea y desnutrición. Ahora, muchos no reciben ningún tratamiento. Los niños que murieron estaban en estado crítico en nuestra UCI, pero se les podría haber salvado la vida. Esto no debe volver a ocurrir. Recordamos a las partes beligerantes con la mayor firmeza que los hospitales y las instalaciones sanitarias no pueden ser objetivos de ataques ni convertirse en daños colaterales de un conflicto. También les instamos a que garanticen la protección de los civiles, algo que no han hecho en absoluto este fin de semana. Además de los dos niños y el cuidador, 25 personas heridas en los combates que llegaron al Hospital del Sur el viernes en estado crítico acabaron muriendo. No fue posible hacer nada por salvarles la vida”, concluye Lacharité. ​

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