La salud e higiene van de la mano: los retos de limpiar el bordo de Matamoros

• En colaboración con la población migrante, autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil se llevó a cabo una brigada de limpieza para apoyar la higiene y salud de la comunidad.  

El Título 42, impuesto por la administración de Donald Trump y en expansión por el gobierno de Joe Biden, continúa causando crisis humanitarias en la frontera norte de México. En ciudades de Tamaulipas como Reynosa y Matamoros, la saturación de los pocos espacios de albergue y refugio ha empujado a cientos de familias a sobrevivir en situación de calle. 

En Matamoros, donde cientos de personas acampan a un costado del Río Bravo, una de las principales preocupaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha sido las condiciones de agua y saneamiento del campamento: el acceso al agua es limitado, los baños portátiles son insuficientes y hay una grave concentración de basura. Sin duda, elementos de alto riesgo para salud de una comunidad que ya se encuentra en una situación de vulnerabilidad crítica. 

Por ello, el pasado 18 de marzo, el equipo de Médicos Sin Fronteras, en conjunto con la comunidad migrante, organizaciones internacionales y locales, agencias internacionales y servicios municipales nos unimos por el fin común de limpiar el espacio del campamento improvisado en el bordo del río Bravo, para así prevenir enfermedades relacionadas a esta contaminación y cuidar el medio ambiente de la zona. 

La actividad se convocó por la mañana y puntualmente se compartió el plan de acción con las personas involucradas. Fue una intervención que requirió de mucho apoyo entre todas las partes, ya que la recolección de basura en ciertos espacios era complicada, especialmente tomando en cuenta la cercanía con el Río Bravo y la aglomeración de basura a los alrededores. Afortunadamente, muchas manos se acercaron a apoyar empuñando escobas y rastrillos.  

El resultado es favorable: el campamento está más limpio, se ubicaron lugares para depositar la basura, y se garantizó que el servicio de recolección de basura mantenga su ruta continua y estable todas las semanas. Además, a través de esta actividad y labores previas de sensibilización ambiental y de salud, la población migrante está más activa y dispuesta para mejorar el manejo de residuos. 

Esta actividad deja una experiencia positiva, pues con involucramiento y mejor coordinación las metas pueden alcanzarse. Sin embargo, es importante no olvidar que esto fue solo una actividad puntual y el compromiso es que todos los actores involucrados continúen apoyando, brindando los insumos necesarios para mantener limpio el espacio y, sobre todo, que esto se vea como un beneficio comunitario y compartido. 

“La brigada de limpieza tuvo como objetivo relacionarnos con la comunidad y mostrar los beneficios de mantener lo mejor posible la higiene. Ahora somos parte de la comunidad y nos comprometemos a mejorar la salud de la misma”, dijo Michelle Rave, responsable de la clínica móvil de MSF en Matamoros.

Desde Médicos Sin Fronteras consideramos que, como consecuencia de esta actividad de limpieza profunda y sensibilización ambiental, todas las partes deben involucrarse para garantizar la prevención y propagación de enfermedades.  

Si bien jornadas como estas son muy importantes para apuntar hacia un progreso en la higiene de los espacios que habita la población migrante, el trabajo de seguimiento por parte del Municipio con servicios de limpieza regular es absolutamente esencial para conseguir la mitigación de enfermedades y garantizar un trato digno a la población migrante.