“Para nosotros los venezolanos es difícil conseguir trabajo aquí”

Mariocy, migró de Venezuela a Colombia asistió a consulta con su hija y sus dos nietos. Nuestro equipo en Arauca les brindó atención médica para sus dos nietos y salud mental para ella y su hija.

Mariocy (en el centro de la foto), venezolana de 39 años, asistió a consulta con su hija y sus dos nietos. Recibió atención en salud física para sus dos nietos y en salud mental para ella y su hija.
Mariocy (en el centro de la foto), venezolana de 39 años, asistió a consulta con su hija y sus dos nietos. Recibió atención en salud física para sus dos nietos y en salud mental para ella y su hija. © Natalia Romero Peñuela

Las poblaciones más vulnerables de Arauca, Colombia, enfrentan múltiples obstáculos para acceder a servicios de salud, tanto en la capital como en las áreas rurales. En la zona urbana de Arauca capital también existen algunas dificultades de acceso a salud para poblaciones vulnerables de bajos recursos que viven en asentamientos informales de la periferia, como colombianos retornados desde Venezuela, víctimas de desplazamiento y migrantes. 

Mariocy tiene 39 años, de Ospino, estado Portuguesa, Venezuela, viene a consulta con su hija y sus dos nietos. Recibió atención en salud física para sus dos nietos y en salud mental para ella y su hija. El equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) también la conectó con organizaciones que pueden orientarla en su proceso de regularización. Conoce su testimonio.

 

Mariocy y su nieta. Cuenta que la mayoría de los trabajos que encuentra le pagan menos por ser venezolana, por lo que no gana suficiente dinero. Esto, sumado a sus motivos para migrar, ha afectado su salud mental.
Mariocy y su nieta. Cuenta que la mayoría de los trabajos que encuentra le pagan menos por ser venezolana. Esto, sumado a sus motivos para migrar, ha afectado su salud mental. © Natalia Romero Peñuela

 

“Me tocó salir de Venezuela a finales de 2024 porque mi pareja me maltrataba. Me pegaba mucho y mis hijos veían eso. A los dos niños pequeños les generó muchos traumas. Entonces tomé la decisión de migrar. En Venezuela era más difícil porque allá yo no conseguía trabajo. Yo dependía de él.

Aquí no me ha ido bien, pero tampoco me ha ido mal. Porque, gracias a Dios, a veces es una sola comida, pero siempre nos acostamos con algo en el estómago; comemos. Aquí lo más fuerte es el arriendo. Ya me han sacado de dos casas porque a veces me retraso con el pago. Ahora estamos otra vez retrasados porque quedé sin trabajo, pero todavía no nos han pedido desalojo. Estamos pagando 400,000 pesos de renta para siete personas.

He trabajado haciendo aseo en casas de familias porque es donde más le dan trabajo a uno sin papeles y sin recomendación. Ahora estoy sin trabajo, solo mi hija trabaja, consiguió puesto en una cantina como mesera. Es fuerte, es peligroso, pero es lo que hay para no estar las dos sin trabajo. Y como tenemos los dos bebés, necesitamos pañales y alimentos. Tengo también un niño de 10 y uno de 12. Ambos están estudiando gratuitamente.

 

Osbely (20 años) y su hija Tatiana (1) migraron desde Venezuela a Colombia a finales de 2024. Aún no están registradas en el país por lo que no pueden acceder al sistema de salud colombiano y solo han recibido atención en salud en clínicas móviles de organizaciones como MSF.
Osbely (20 años) y su hija Tatiana migraron desde Venezuela a Colombia a finales de 2024. Aún no están registradas en el país por lo que no pueden acceder al sistema de salud colombiano y solo han recibido atención en clínicas móviles de organizaciones como MSF. © Natalia Romero Peñuela

 

Para nosotros los venezolanos es difícil conseguir trabajo aquí. Siempre quieren pagarnos menos. Hace poco conseguí un trabajo limpiando dos horas al día en una cantina, pero me querían pagar 250,000 pesos mensuales por limpiar un local grandísimo con 40 mesas. Mi hija me dijo “no se va a ganar nada, no le están pagando ni a 8,000 al día”.

En Arauca, hemos recibido salud solo en clínicas móviles de organizaciones como ustedes y Americare. Y me han atendido en la en la Cruz Roja cuando los niños se me han enfermado, he tenido esa ayuda por urgencias. Aquí en el barrio el mayor problema son las aguas negras y que hay mucho zancudo. Después de las siete de la noche es horrible en todo el barrio. A veces ni los ventiladores atajan los zancudos. Eso hay que revisarlo por el dengue.

A futuro quiero comprar un ranchito aquí y buscar cómo hacer para tener un propio negocio.

Sobre la afectación por recortes de EE. UU., Hace poquito salí aprobada por una organización para un apoyo por seis meses de 700,000 pesos mensuales. Pero de repente nos llamaron que teníamos que asistir a una reunión, que ya no podíamos cobrar porque Estados Unidos había suspendido el apoyo hasta nuevo aviso. Esa ayuda era para los arriendos y los niños. Y con eso mismo teníamos que montar un negocio propio; con mi hija estábamos emocionadas y pensábamos montar un negocio de empanadas”.

 

Equipo de MSF visita las comunidades de Arauca.
Equipo de MSF visita las comunidades de Arauca. © Natalia Romero Peñuela
Compartir