Eswatini: “Para las mujeres: ¡Ve, hazlo!”

Los conductores son vitales para todos los proyectos de Médicos Sin Fronteras, pues usan sus habilidades y conocimientos de la localidad donde están para garantizar que el personal, los pacientes, el equipo y los suministros viajen seguros, en terrenos a veces peligrosos. En Eswatini, dedicarse a conducir es una actividad tradicionalmente asociada a los hombres, pero Fikile Ngwenya no iba a dejar que ese estándar se interpusiera en su camino, y en esta entrada de blog nos cuenta su historia.

Los conductores son vitales para todos los proyectos de Médicos Sin Fronteras (MSF), pues usan sus habilidades y conocimientos de la localidad donde están para garantizar que el personal, los pacientes, el equipo y los suministros viajen seguros, en terrenos a veces peligrosos. En Eswatini, dedicarse a conducir es una actividad tradicionalmente asociada a los hombres, pero Fikile Ngwenya no iba a dejar que ese estándar se interpusiera en su camino, y en esta entrada de blog nos cuenta su historia. 

“Después de que mi esposo fuera transferido a la región de Shiselweni, busqué un trabajo. Solía ver a las vans alrededor del pueblo. Entonces un amigo me habló sobre esta organización (MSF) que estaba contratando gente para puestos como ama de llaves, capturista de datos y conductores. ¡Así que escribí tres solicitudes! 

Tuve una llamada de la oficina donde me informaron que debía ir a una entrevista para ser conductora. ¡Estaba muy muy feliz porque sabía que tenía el trabajo! Estaba muy confiada de que podía hacerlo. 

Fui la última persona a quien entrevistaron. Escuche a alguien preguntar: ¿Cómo es que vino una chica esta vez?” 

Orgullo 

Manejamos al pueblo e hicimos las entrevistas teóricas. Después de un día me llamaron para ir y trabajar. Yo sé cómo manejar. Si me das un mal auto, lo puedo conducir. Si me das un Avanza, lo puedo conducir. No me estreso. Cuando llego, reviso mi auto, compruebo que el aceite, el agua y todo esté bien. Reviso la limpieza de mi auto. Cuando alguien sube a mi coche, debe saber que el automóvil que conduzco es el de una mujer. Siempre debe estar limpio. 

 

 

Cuando vamos a la comunidad, las personas me aprecian. Me dicen ¡muy bien chica! Conduces un auto enorme todos los días. Dicen: “Esta organización está ayudándonos; nos ayuda con nuestros familiares; ellos aprecian a MSF. Aprendí mucho sobre MSF (a través del trabajo) acerca del VIH y TB. Al menos ahora sé que es el VIH, como se trata y cómo puedes prevenir el VIH y la TB.  

Retos y empoderamiento  

Como mujer enfrento retos. Incluso mis pasajeros a veces me hacen menos, pero de ese modo siento que me levantan, me dan poder al socavarme. No me estresa. 

Recuerdo que una vez, cuando empecé a trabajar con MSF, había otro hombre trabajando en la oficina. Estaba hablando con alguien, no me vio, y comentaba: 'Nunca me llevará una mujer'.

Un tiempo después tuve que llevarlo al pueblo. Entonces le pregunté “Recuerdas lo que dijiste, ¿y luego qué?. 

Hazlo con confianza  

En casa soy una esposa y madre. Tengo nietos. Soy una mujer, soy conductora, y no tengo problema con serlo. Somos diferentes, no todos en el mundo podemos ser doctores, somos distintos tipos de personas. Todo el mundo tiene un don único.  

Para las mujeres allá afuera, no tengan miedo de ser mujer y hacer un trabajo. No le teman a nada y hagan lo que haga feliz a su corazón. Las mujeres, en especial las jóvenes, deben hacer cualquier cosa con la que se enfrenten. Incluso si es considerado un trabajo de hombres. Vayan y háganlo con confianza. 

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