Un homenaje a las parteras del mundo en su día

MSF's delivery services at the Birth centre, Rafik Hariri University Hospital Campus,

El 5 de mayo se celebra el Día Internacional de las Matronas, mujeres que solo en Líbano apoyaron cerca de 5 mil partos en 2018.
Con motivo de esta fecha, conoce la historia de Laura Rinchey, doctora especializada en medicina familiar y cuyos tres hijos nacieron con la ayuda de una partera.

El 5 de mayo se celebra el Día Internacional de las Matronas, mujeres que solo en Líbano apoyaron cerca de 5 mil partos en 2018. Con motivo de esta fecha, conoce la historia de Laura Rinchey, doctora especializada en medicina familiar y cuyos tres hijos nacieron con la ayuda de una partera.

Soy Laura Rinchey, referente médica de Médicos Sin Fronteras en el sur de Beirut, Líbano. El próximo domingo es un día importante, pero la mayoría de la gente no lo sabe: es el Día Internacional de las Parteras que se ha celebrado cada 5 de mayo, durante, al menos, 20 años en más de 50 países. Sin embargo, la fecha no es tan popular como otros días internacionales y, por lo general, no recibe mucha atención del público.

Soy una fuerte creyente del rol de estas profesionales y siento que ellas merecen ser celebradas. También soy doctora especializada en medicina familiar y madre de tres niños, todos ellos fueron recibidos por parteras en diferentes centros. Fue una decisión que tomé desde el comienzo de cada embarazo porque supe, por información médica y experiencia obstetricia, que mi recuperación sería más rápida y que la experiencia sería más personal.

Primero conocí al grupo de parteras que acompañarían todas mis citas prenatales. Tuvimos una relación muy cercana, desde la clínica hasta mi parto y después en el cuidado posnatal que recibí para controlar mi reparación y la de mi bebé. La palabra partera literalmente significa “persona que está con la madre durante el parto” y sentí que esto era exactamente lo que el grupo de matronas hizo por mí, en cada uno de mis embarazos.

 

 

Unos años más tarde, comencé a trabajar con Médicos Sin Fronteras (MSF) en Beirut. Allí me di cuenta de que la tasa de parto por cesárea era mucho más alta que la de mi propio país. Líbano reconoce esta realidad, que a menudo se calcula que alcanza entre 40 y 50 por ciento, mientras que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa objetivo mundial está aproximadamente entre el 10 y 15 por ciento.

Hay muchos factores que fomentan esta mayor tasa de cesárea en este país, sin embargo, actualmente se trata de corregir el desequilibrio. Me alegró ver que MSF había estado contribuyendo: desde 2012, la organización proporciona un paquete integral de salud reproductiva dirigido por parteras en el país, con el objetivo de reducir los costos médicos de estos servicios y la tasa general de partos por cesárea y, por lo tanto, sus complicaciones asociadas.

De hecho, la evidencia muestra que la continuidad de la atención dirigida por parteras aumenta la satisfacción materna y previene el parto prematuro en un 24 por ciento.

Prestar servicios de calidad también mejora las tasas de lactancia materna, reducen el uso de intervenciones innecesarias en casos particulares, además de aumentar el acceso a la planificación familiar.

 

 

Actualmente, MSF ofrece atención prenatal gratuita, atención posnatal y servicios de planificación familiar en varias clínicas en el valle de Bekaa y en el sur de Beirut. Estos centros permiten a las mujeres acceder libremente a todos los servicios relacionados con la atención de la salud sexual y reproductiva en un lugar fijo, con personal que puede seguir su embarazo de principio a fin. Somos testigos de que cada día se construyen relaciones de confianza entre los pacientes y las parteras a lo largo de nuestro proyecto.

Desde 2018, MSF también se ha involucrado, en asociación con el Hospital Universitario Rafik Hariri (RHUH) en Beirut, para pilotear su modelo dirigido por comadronas, dentro del recinto del hospital. RHUH es el primer hospital público libanés que adopta este enfoque bastante diferente.

En nuestro centro, las parteras gestionan partos vaginales no complicados (de bajo riesgo) y atención neonatal, mientras que cualquier emergencia materna o neonatal se transfiere a las salas de especialistas del hospital para su posterior manejo por parte de los equipos médicos del hospital.

 

 

El buen trabajo entre el nosocomio y MSF ilustra cómo los obstetras y matronas pueden operar de la mano para garantizar entregas seguras y saludables. MSF también implementa este modelo en otros dos centros de maternidad en Arsal y Majdal Anjar, en el valle de Bekaa.

Algunos de los desafíos para desarrollar este modelo en el Líbano son el bajo número de parteras que reciben capacitación cada año y la falta de oportunidades disponibles para que practiquen y desarrollen las habilidades que aprenden durante su capacitación.

En MSF, queremos dar a las matronas la oportunidad de practicar y desarrollar sus habilidades en nuestros centros. Solo el año pasado, ofrecimos apoyo en cerca de cinco mil partos en el país. A lo largo de mis experiencias personales y profesionales, siempre he estado convencida de que las matronas desempeñan un papel clave en nuestras sociedades. Mi trabajo actual en el Líbano solo refuerza ese sentimiento y espero que más y más hospitales públicos adopten este modelo de atención en el país.

 

 

Dar a luz a un niño o niña es uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer y poder hacerlo de manera natural, cuando la situación médica lo permita, siempre debería ser posible, y también debería permitir a las parteras administrar estas entregas de la mejor manera posible con su conocimiento, capacitación y habilidades.

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